Alimentación del Opilión Doméstico: Todo lo que Necesitas Saber para su Bienestar

 Puede que los hayas visto alguna vez en el jardín: esos bichos de patas larguísimas y cuerpo pequeñajo, como si la evolución se hubiera tomado un café fuerte antes de diseñarlos. ¿Flipante? Bastante. Y, si alguna vez te has preguntado si podrías tener uno en casa como mascota... pues resulta que sí. ¡Y no es tan descabellado!

Pero, ojo, no todo es tan simple como darles una hoja de lechuga y esperar lo mejor. La alimentación del opilión (a veces llamados segadores, por cierto) es tan peculiar como su aspecto. Esta guía —que, seamos sinceros, probablemente no sabías que necesitabas— te cuenta lo fundamental para no fastidiarla.

Opilión


Opilión: ¿araña o qué?

Los opiliones pertenecen al orden Opiliones (duh), dentro de los arácnidos. Pero no son arañas, ¿vale? Aunque lo parezcan. Diferencias clave:

  • Su cuerpo no tiene división clara entre cabeza y abdomen: es como una bolita.
  • No tejen telarañas. Ni una mísera hebra.
  • Carecen de veneno. No hay drama con ellos.

Y aquí va lo mejor: son completamente inofensivos. No pican, no muerden, no hacen nada raro… excepto andar como si estuvieran borrachos.

Pero... ¿por qué tener uno de mascota?

La verdad es que son como el Tamagotchi de los invertebrados: fáciles, baratos y con movimientos que podrían protagonizar un videoclip.

  • Se alimentan con poco.
  • No exigen atención.
  • No huelen (a menos que... bueno, eso viene después).
  • Y tienen ese no sé qué que hace que te quedes viéndolos veinte minutos como si fuera la final del mundial.

¿Ideal? Hombre, si buscas algo que te ladre, igual no. Pero si te van las criaturas rarunas...

En la naturaleza: ¿qué comen esos larguiruchos?

Son carroñeros, omnívoros, oportunistas. Comen lo que haya, básicamente. Algunos ejemplos:

  • Insectos muertos, especialmente si están un poco blandos (sí, asco).
  • Hojas medio podridas.
  • Fruta caída, fermentada o pasada.
  • Hongos y musguitos varios.

¿Los opiliones comen carne? Sí. Pero solo si está ya medio hecha papilla. No cazan. No van detrás de un mosquito gritándole “¡ven aquí!”. Eso déjaselo a las arañas con complejo de ninja.

¿Y en casa, qué les doy? ¿Pizza congelada?

Por favor, no. Hay varias opciones decentes para alimentarlos en cautiverio, algunas incluso sabrosas si fueras tú un opilión (no lo eres, espero):

🍌 Opciones naturales:

  • Frutas: plátano (flipan), manzana, melón, pera. Siempre en trocitos pequeños.
  • Verduras blandas como el calabacín o el pepino (sí, ese que siempre se te pudre en la nevera).
  • Hongos comestibles frescos —aunque no todos les gustan, ojo.
  • Insectos muertos: grillos, tenebrios troceados o, si te apetece, una cucharadita de asco.
  • Carne cocida sin sal: muy de vez en cuando. No abuses.

🧪 Opciones comerciales:

  • Alimento en gel para geckos. Funciona.
  • Papillas de frutas (sin azúcar ni movidas raras).
  • Suplementos en polvo de calcio (en plan light, nada de sobredosis).

¿Cada cuánto comen? ¿Les doy buffet libre?

No seas bestia. Tienen su ritmo:

  • Juveniles: cada 1-2 días.
  • Adultos: cada 2-3 días.

Lo mejor es retirar lo que sobre después de unas 24 horas, para evitar que el terrario huela como zapato mojado.

¿Cómo se les da la comida? ¿En bandeja de plata?

No hace falta ser tan fino. Un platito de plástico, una tapa de frasco… lo que tengas. Trocea bien la comida, colócala al anochecer (son nocturnos) y asegúrate de que el terrario tiene humedad. Si no, se secan más que el chorizo de la abuela.

Alimentos prohibidos (y casi criminales):

  • Cítricos (alteran el pH de su pancita... si es que tienen).
  • Salados, azucarados, con especias: ¡fuera!
  • Lácteos. ¿Quién da leche a un opilión?.
  • Carne cruda o en mal estado. Ni de coña.
  • Pan o pasta. No son italianos.

Suplementos: lo justo y necesario

  • Calcio (sin D3) una vez a la semana.
  • Agua: una esponja húmeda o un tapón con agua.

¿Más suplementos? No hace falta. Ni les gustan ni los digieren bien.

Esto me recuerda a cuando intenté criar caracoles y les di espinacas cocidas. Resultado: caos, olor a lluvia... y dos días de limpieza. Pero volvamos.

Alimentación según su edad

Juveniles

  • Fruta fresca y bichos troceados.
  • Más energía, más comida.

Adultos

  • Menos glotones.
  • Si tienen agua, pueden estar 3 o 4 días sin probar bocado (aunque no abuses del ayuno, ¿eh?).

¿Todas las especies comen lo mismo?

No exactamente. Las tropicales (como Pantopsalis cheliferoides, que suena a personaje de "Aventureros del aire") prefieren cosas más dulces y húmedas. Las de climas fríos son más de fibra y hoja podrida. Así que si sabes la especie exacta, consulta en foros —hay gente ahí con más pasión por los opiliones que por su familia.

El-Opilión-come-fruta-fresca


¿Y si mi opilión pasa de la comida?

Cosas a revisar:

  • ¿El terrario está húmedo o parece el Sahara?
  • ¿La comida huele raro?
  • ¿Acaba de mudar? (cuando mudan, ayunan).
  • ¿Has probado cambiar de fruta? A veces son pijillos.

Errores clásicos y cómo no meter la pata

Error Consecuencia Solución
Dejar comida días Moho, ácaros, peste Retirar a las 24h
Dar siempre lo mismo Déficits, aburrimiento Variar menú cada semana
Insectos vivos grandes Estrés, posibles heridas Solo muertos o troceados
Suplementar a lo loco Trastornos internos Moderación, siempre

Mini tabla útil (si eres de los que hacen listas)

Alimento Natural/Artificial Frecuencia Beneficio Riesgo
Plátano Natural 2 veces/semana Energía fácil Fermentación
Grillo muerto Natural 1 vez/semana Proteína pura Contaminación
Gel gecko Artificial 2 veces/semana Práctico Aditivos dudosos
Calcio Artificial 1 vez/semana Fortalece Sobredosis
Pepino Natural 2-3 veces/semana Hidratación Poco energético

En resumen (porque ya va tocando):

Tener un opilión no es como criar un perro. Pero sí puede ser una experiencia divertida, educativa y un poco excéntrica —como hacer punto de cruz con música techno de fondo. Si entiendes lo que necesitan, especialmente a nivel de dieta, vivirán contentos, tú también, y todos ganáis. Bueno, menos los tenebrios.

¡Uf! ¿Te animas a intentarlo? ¿Ya tienes uno y le diste sandía? ¡Cuéntamelo! O deja tu experiencia en los comentarios. Y ya que estás, comparte esta guía con alguien que esté dispuesto a flipar criando un arácnido sin telaraña.

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