¿Un roedor que brinca como si fuera primo lejano del canguro y encima no huele? Flipas. Y no, no es un Pokémon perdido en tu colección del 2003, es real: el jerbo.

¿Qué rayos es un jerbo, en serio?

Hablemos claro (bueno, más o menos). El jerbo doméstico —Meriones unguiculatus, nombre que suena a hechizo de Harry Potter, ¿no?— es originario de las frías estepas de Asia. Mongolia, para ser exactos. Lo típico, mucho polvo, poca vegetación, y jerbos haciendo túneles. A diferencia de los hámsters, que van de solitarios antisociales, estos bichos son más de "comunidad". Se mueven, se comunican, y no, no se dedican a ver la tele como nosotros.

Y si te estás preguntando si roncan... bueno, no roncan, pero hacen ruiditos adorables. Chillidos, patitas rascando, ese tipo de cosas.

Jerbo


El comportamiento de los jerbos: una mezcla entre ingeniero y acróbata

  • Son más de día que de noche (diurnos... o a veces crepusculares, como los vampiros suaves).
  • Viven en manada. O en pandilla, según lo mires.
  • Aman excavar. Y excavar. Y luego, sí, volver a excavar.
  • Se hablan entre ellos con sonidos raros y con el cuerpo. Como los adolescentes, pero con más gracia.

¡Uf! Me recuerda a cuando intenté criar caracoles... pero eso es otra historia.

Ventajas de tener un jerbo: ¿Genial? Más bien… sorprendente

  • Huelen poco. Literal. Como lluvia en el desierto (sensorial alert).
  • Mantenimiento asequible. No vas a tener que hipotecar el alma para alimentarlo.
  • Curioso como un niño con café. Observa todo, interactúa, y hace cosas raras con el papel higiénico.
  • Ideal para pisos pequeños. No necesita un palacio (pero tampoco un zulo, ojo).

¿Y para los niños?

Pues sí... con matices. Si el peque está educado y no lo confunde con un peluche apachurrable, va bien. Pero si no, igual mejor empezar con una planta.

No todo es color de rosa: Desventajas que debes saber

  • Solo no puede estar. El drama de la soledad es real.
  • Escapan. Y vuelan. Bueno, saltan. Pero los atrapas y te miran como diciendo “¿otra vez tú?”.
  • No son de mimos. No es un perrito de Instagram. Respeta su espacio.
  • Mordisquitos posibles. Si lo asustas, te lo ganas. A veces son... imprevisibles (como los VHS).

Cuidados básicos del jerbo: ni tan simples, ni para fliparse

Vamos por partes. Como Frankenstein. O como el Windows 95 cuando cargaba lento.

¿Qué come esta criatura?

  • ✔️ Semillas, mezcla comercial específica, heno.
  • ✔️ Verduras como zanahoria o brócoli (sin salsa, gracias).
  • Chocolate. Ni soñarlo.
  • Cítricos a lo loco. Tampoco.
  • Nada procesado, tipo embutidos. El jamón es pa’ ti.

Y un consejo random pero útil: los cambios bruscos de comida... crash. Diarrea y cara triste del jerbo. No lo hagas.

La jaula ideal: no todo lo que encierra es cárcel

  • Tamaño mínimo: 80x50x50 cm para dos jerbos. Uno solo no, ya lo dijimos.
  • Material: acuario de vidrio con tapa de malla. Nada de barrotes por donde escapen como Houdini.
  • Sustrato: viruta de papel, cartón, heno. Olvídate del serrín de pino, porfa.
  • Juguetes: rueda sólida (¡sin barrotes!), túneles, papel de váter (sí, ese mismo).
  • Limpieza: cada semana, como cuando limpias tu cuarto... si es que lo haces.

Esto me recuerda a cuando intenté usar una pecera como terrario y acabé con el gato metido dentro. En fin, cosas que pasan.

Salud y bienestar del jerbo: ni te lo imaginas

  • Viven entre 3 y 5 años. Como una buena serie de televisión.
  • Veterinario: mejor si es de exóticos. No le lleves al de perros y gatos, que te mire raro.
  • Alertas: si respira feo, pierde peso o parece deprimido, cuidado.
  • Jerbo sano = activo, limpio, chispeante. Como tú después de una ducha fría.

¿Cómo jugar sin estresarlo? Como si fueras un ninja amable

  • Háblale suave. Nada de gritarle como si fuera tu primo en Fortnite.
  • Acércale comida sin agarrarlo. Dale espacio, como a un gato que aún no confía.
  • Que suba a tu mano solito.
  • Cero movimientos bruscos. Cero sustos. Esto no es una película de terror.

Y sí, puedes montarles un mini parque de diversiones: tubos, ramas, bañera de arena (tipo chinchilla, obvio). Cámbiale los juguetes. ¡Se aburren! Como tú cuando Netflix no tiene nada nuevo.

¿Jerbo, hámster o ratón? La tabla que nadie pidió, pero todos necesitan

CaracterísticaJerboHámsterRatón
Horario de actividadDiurno/CrepuscularNocturnoNocturno
SociabilidadAlta (grupo)Baja (solitario)Media
OlorMuy bajoMedioAlto
ManejoMedioAltoMedio
Vida media3–5 años2–3 años1–2 años

¿Sorprendido? Yo también.

Jerbo-2


Dónde conseguir un jerbo sin acabar en un lío legal

  • Evita tiendas de dudosa procedencia. Si no saben de dónde vienen los animales, huye.
  • Mejor criadores certificados o adopta en foros especializados. Hay grupos online más serios que muchas tiendas físicas.
  • En algunos sitios es ilegal. California, por ejemplo. ¿Por qué? Nadie lo sabe con certeza. Misterios de la burocracia.

Pregunta siempre por:

  • Edad del jerbo.
  • Con qué lo alimentan.
  • Si vivía en grupo (spoiler: debería).

Pequeño glosario para que no te quedes en blanco

  • Sustrato: material del fondo de la jaula. No, no es lo mismo que el sustrato emocional.
  • Enriquecimiento ambiental: cosas para que no se aburra.
  • Terrario: lugar cerrado para mantener reptiles o roedores. No es un spa, pero casi.
  • Forrajeo: búsqueda activa de comida. Les encanta. Como a ti cuando no encuentras el mando de la tele.

Pros y contras del jerbo resumidos porque sí

Pros

  • Limpio
  • Sociable
  • Barato
  • Divertido

Contras

  • Odia la soledad
  • Puede morder
  • Escapa fácil
  • No es de mimos largos

Conclusión (emocional, por qué no)

Tener un jerbo no te cambiará la vida... ¡o sí! Porque hay algo hermoso en observar una criatura tan pequeña, cavando túneles, chillando feliz, y mirándote con esos ojillos de “¿me das una semilla?”.

¿Tienes ya uno o estás en esa fase de “investigación intensa pre-adopción”? Cuéntanos. Porque sí, los jerbos merecen ser conocidos. Y tú mereces flipar con ellos.