¿Y si te dijera que puedes tener algo parecido a una araña... pero sin los dramas de una araña? ¿Flipante, no?
Vale, vamos por partes (como dijo Jack el Destripador, que por cierto ya nadie menciona, pero bueno). Imagina un bicho que se mueve con elegancia de desfile, no muerde, no teje, no te pica. No es un personaje de película de miedo ni de un videojuego de la Play 2. Es un opilión. ¿Te suena? Si no, sigue leyendo. Quizás termines con uno en tu habitación sin siquiera darte cuenta.
¿Un qué?
Opilión. También les llaman segadores o "daddy longlegs". Pero no confundas: no son arañas. Aunque tengan patas largas y cuerpo pequeño (algunos dirán delirantemente miniatura), la diferencia está en los detalles:
- Cuerpo compacto (sin divisiones tipo LEGO).
- No hacen telarañas.
- Cero veneno. O sea, 0%.
- Respiran distinto (por tráqueas, ni idea por qué suena tan steampunk eso).
Y aunque a veces dan un poco de yuyu al verlos, resulta que hay más de 6.500 especies distintas, algunas más simpáticas que otras. Se encuentran lo mismo en selvas tropicales que en garajes olvidados. Ah, y son nocturnos... como los gatos adolescentes.
Diferencias con las arañas (esas sí que tienen mala prensa)
Aquí no hay medias tintas. ¿Araña o opilión? Mira esto:
Característica | Opiliones | Arañas |
---|---|---|
Cuerpo | Compacto | Dos segmentos |
Telarañas | No hacen | Hacen (y muchas) |
Veneno | Cero | Muchas sí tienen |
Alimentación | Omnívoros-carroñeros | Predadoras nivel ninja |
¿Genial? Más bien... confuso si no prestas atención.
¿Puedo tener uno como mascota?
Sí. Pero también puedes tener un cactus con cara pintada. La pregunta real es: ¿por qué querrías uno?
Pues... ¿por qué no?
La mayoría de países ni se entera si tienes uno. No es ilegal, ni tóxico, ni peligroso, ni lo vas a ver en las noticias por invadir ecosistemas. Aunque, claro, consulta con tu municipio o quien sea responsable (alguien que aún use fax, probablemente).
Ventajas (que no sabías que te hacían falta)
- No muerden, no chillan, no hacen nada raro.
- Cero olor. Bueno, a veces humedad si el terrario no ventila.
- Comen poco. Viven más.
- Caminan de forma tan elegante que casi parece que bailan salsa.
- Sirven para limpiar el terrario. Como un Roomba pero más... patas.
¡Uf! Me acordé del Tamagotchi —¿te suena?—, esos bichitos digitales que morían si no les dabas de comer. Pues esto es menos exigente. Literalmente puedes olvidarte y seguir vivo.
¿Qué comen estos cracks?
Todo y nada. En libertad, les vale casi cualquier cosa muerta o podrida (suena fatal, pero eh... eficiencia ecológica). En casa, la cosa es más gourmet:
- Plátano chafado, un trozo de manzana, uvas.
- Insectos muertos (grillos, tenebrios).
- Comida de pez. Sí, de pez.
- Hojitas secas. Como un buffet de otoño.
Nota mental: no pongas comida basura. No son tú.
Montando su casita (con estilo)
- ¿Terrario? Sí. Y no necesitas un acuario gigante. Con uno de 10-20 litros ya vas sobrado.
- Ventilación: imprescindible (no queremos hongos psicodélicos, ¿vale?).
- Sustrato: fibra de coco, musgo seco, tierra limpia (nada de químicos raros).
- Decoración: cortezas, piedritas, hojas. Que parezca el bosque de Pocahontas pero sin mapaches.
- Temperatura: 18°C-25°C.
- Humedad: 60-80%. Rociá con agua cada dos días. Sí, como cuando revivías plantas marchitas.
Cuidados básicos (aka “no lo rompas”)
- No los manipules a lo loco. Son frágiles, como las relaciones sin WhatsApp.
- Cambia la comida cada día.
- Mantén el ambiente húmedo pero sin charcos.
- Ah, y aire. Siempre aire.
Esto me recuerda a una vez que intenté criar hormigas en una caja de zapatos... Bueno, da igual. No terminó bien.
¿Cuánto viven?
Entre 1 y 3 años. ¿Mucho? Depende. ¿Comparado con un hámster? Meh. ¿Comparado con un helado dejado al sol? Una eternidad.
¿Son peligrosos?
No. Pero no, tipo NO. Mitos van y vienen (que si tienen veneno, que si matan a dragones...). Pero aquí te dejo facts:
- No muerden.
- No pueden atravesar tu piel.
- No tienen colmillos ni glándulas de veneno.
- No van a robarte el WiFi.
Así que sí: puedes dormir tranquilo.
Curiosidades que molan
- Se pueden arrancar una pata para escapar. ¡Toma defensa!
- Algunas especies brillan con luz UV. Como el maquillaje en discotecas.
- Caminan con las patas delanteras como si fueran bastones. Elegancia natural.
- Hay opiliones sociables (sí, como humanos que aún hacen cenas familiares).
- Emiten olores para espantar depredadores. A veces ese "olor a lluvia" que sientes no es lluvia... ¡Sorpresa!
¿Qué dicen los que saben?
“Los opiliones son criaturas subestimadas. Su comportamiento pacífico y adaptabilidad los hacen excelentes animales de observación.”
— Dr. Andrés Ruíz, entomólogo, amante de los bichos raros.
(Nota: no dijo lo de “bichos raros”. Lo añadí yo. Pero seguro lo pensó).
En resumen: ¿vale la pena?
Si buscas algo barato, tranquilo y que no necesite una app para cuidarlo, sí. Es una mascota para gente que:
- Ama los insectos (aunque no lo son).
- Quiere algo fácil.
- No le importa explicar a sus visitas: “no es una araña, es un opilión, gracias”.
¿Ideal para un niño curioso? Posiblemente. ¿Para alguien que tiene miedo a las arañas? También, paradójicamente.
¿Te animas? O mejor dicho... ¿te atreves?
Comparte esto con ese amigo que tuvo un palo con hormigas de niño o que una vez dijo “yo tendría una tarántula”. Spoiler: esto es mejor. Y más barato. Crash garantizado (bueno, emocional).
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