¿Y si ese bichejo con pinta de peluche tuviera más personalidad de la que imaginabas? Quizás te cruzaste con uno en una tienda o alguien lo subió en TikTok—comiendo una fresa como si fuera lo último que haría en su vida. Te hizo gracia, te pareció mono, y ¡boom!, desde entonces lo tienes rondando en la cabeza. Pero... ¿una cobaya como mascota? ¿De verdad?
¿Qué narices es una cobaya y por qué tanta gente se obsesiona con ellas?
Vale, empecemos por lo básico: la cobaya (sí, también la llaman cerdo de Guinea, aunque ni es cerdo ni ha pisado Guinea—cosas del idioma) es un roedor pequeño que viene de Sudamérica. Y no, no chillan como los cerdos, aunque cuando tienen hambre... bueno, hacen lo suyo.
Lo curioso es que mucha gente no las considera mascotas convencionales. Pero quienes las tienen, flipan. Son tranquilas, cariñosas, suaves (como el peluche que tenías de crío) y lo mejor: no huelen mal si les mantienes el nido decente.
Razones de peso —y no tanto— para tener una cobaya en casa:
- Perfectas si vives en un piso pequeño (como el mío, que apenas cabe la cafetera).
- No hay que sacarlas a pasear (tu perro no puede decir lo mismo).
- Son muy sociables (a veces más que los humanos).
- No te echan abajo con olores raros.
- Y viven unos 5 a 8 años. Ojo, que no es poco.
¿Suena bien? Pues espérate, que hay más.
¿Cuál te llevas? Tipos de cobayas (elige tu guerrero)
Al principio parecen todas iguales, pero como pasa con los helados, hay variedad. Y cada una con su rollo:
1. Cobaya americana
Pelo corto, sin complicaciones. Ideal si te da palo cepillar cada día.
2. Cobaya abisinia
Con remolinos de pelo locos, parece que ha salido de un concierto punk.
3. Cobaya peruana
Una melena digna de anuncio de champú. Eso sí, te tocará ser su estilista personal.
4. Cobaya texel
Pelo rizado y vibe de abuela con permanente. Son amor, pero requieren esmero.
Y claro, esto me recuerda a la vez que confundí una cobaya con un hamster... pero eso es otra historia.
Personalidad: sí, tienen más carácter que tu ex
Aunque pequeñitas, las cobayas tienen sus cosas. No son robots peludos que solo comen y duermen. Bueno, vale, sí comen bastante. Pero también hacen ruiditos que te derriten.
- Chillan cuando quieren comida (o atención).
- Ronronean (literalmente) si están agustito.
- Y hacen unos saltitos raros —llamados "popcorning"— que son puro show.
¿Y qué comen estos peludines?
No les vale cualquier cosa, aunque a veces se lo coman todo. La base de su dieta es el heno fresco (a diario, sin excusas). También les van las verduras crujientes como el pimiento rojo, zanahorias o un poco de pepino. Espinaca, con moderación.
Y sí, pueden comer fruta. Pero poca. ¡Que no son humanos con antojos!
El pienso especial con vitamina C es imprescindible, porque—dato curioso—no pueden producirla solas. Como nosotros, vaya.
🚫 Lo prohibido (no me digas que no te lo advertí):
- Nada de papas
- Ni cebolla ni ajo
- Cero chocolate (aunque a ti te encante)
- El pan… déjalo para el desayuno humano
Su jaula, su castillo (o casi)
Una cobaya feliz necesita un hogar digno. Nada de cajas de zapatos ni peceras, por favor.
Requisitos básicos:
- Mínimo 120x60 cm. Sí, incluso si es una sola.
- Suelo sólido. Rejillas = dolor = mal rollo.
- Esquina con heno para picotear
- Agua siempre disponible (con bebedero tipo botella)
- Un escondite para que se sientan seguras
- Juguetes para roer. Si no, roerán… lo que encuentren. Ya tú sabes.
¿La imagen mental? Una cobaya acurrucada entre juguetes y heno limpio. ¡Uf! Qué tranquilidad da eso, ¿no?
Cuidados: no es como tener una planta, pero casi
No son de alto mantenimiento, pero tampoco funcionan en piloto automático.
- Jaula limpia cada 2-3 días (sí, hay que hacerlo)
- Cambiar heno y agua todos los días. Siempre.
- Cepillar si tiene pelo largo (y si no también, de vez en cuando)
- Las uñas… ay, las uñas. Córtalas tú o llévala a alguien que sepa.
¿Genial? Más bien... necesario. Porque si no, se estresan. Como tú un lunes sin café.
Pros y contras (porque nada es perfecto, ni ellas ni tú)
Lo bueno:
- Dulces como el olor a lluvia en verano (y sí, eso cuenta)
- Poco agresivas
- Sin vacunas raras
- Apto para alérgicos
Lo no tan bueno:
- No puedes irte de viaje y dejarlas solas
- Hacen caca. Mucha. Constante.
- El frío o el calor les puede sentar fatal
¿Son para niños? ¿Y qué pasa con otras mascotas?
Las cobayas con niños… bien, pero ojo. Siempre con supervisión. No son peluches ni juguetes, y pueden asustarse fácil. Y si se asustan... se esconden. O chillan. O ambas.
¿Y con perros o gatos? Pueden convivir. A veces se hacen amigos. Pero también hay accidentes, así que nunca los dejes sin vigilar. Lo digo por experiencia (larga historia que involucra un gato curioso y un chillido que aún oigo en sueños).
¿Y cuánto cuesta esta aventura peluda?
De inicio:
- Cobaya: 20–50 €
- Jaula y básicos: 60–150 €
Al mes:
- Comida y heno: 15–25 €
- Lecho: 5–10 €
- Veterinario ocasional: 20–40 €
Total aprox.: 25 a 35 euritos mensuales. Vamos, menos que una suscripción a 3 plataformas de streaming que no usas.
Mitos que hay que romper
- "Pueden vivir en peceras" ❌ ¡Error! Se asfixian.
- "Sólo lechuga y listo" ❌ Nutrientes, por favor.
- "No necesitan compañía" ❌ Son sociales, no ermitañas.
F.A.Q. para quienes aún dudan (sí, tú)
¿Muerden?
No suelen. Sólo si las tratas mal o tienen miedo. Como cualquiera, vaya.
¿Puedo bañarlas?
Mejor no. Solo si está muy sucia y con champú especial. Un paño húmedo va de lujo.
¿Duermen mucho?
Duermen a ratos. Son más activas al amanecer y anochecer. O sea, cuando tú solo piensas en café o en dormir otra vez.
Conclusión: Pequeñas, suaves… y muy listas
Adoptar una cobaya es como entrar en un microcosmos tierno, peculiar y lleno de chillidos. No te cambia la vida entera, pero la mejora un poquito. Si buscas un animal que no necesite paseos, que tenga personalidad, y que —ojo— te mire con esos ojillos redondos como si fueras su mundo entero... entonces, sí: te toca conocer a una cobaya.
¿Y tú? ¿Ya tienes una o estás dudando? Dale, cuéntame —o mejor, cuéntaselo al mundo. Que hay muchos que aún piensan que una cobaya es un Pokémon mal traducido.
0 Comentarios