¿Puede un loro ser más listo que un niño de cinco años? Puede sonar a cuento, pero el Yaco —ese loro de mirada sabia y pico curvado— es capaz de memorizar palabras por décadas y entender conceptos que, francamente, nos hacen flipar un poco. No exagero. Aunque bueno, igual sí, pero por algo será que este plumífero se ha ganado el corazón de medio planeta (y el respeto de neurólogos, etólogos y hasta tuiteros).

¿Qué bicho es este?

Nombre elegante: Psittacus erithacus. Más conocido por la peña como Yaco o loro gris africano. Originario de África occidental y central, este pajarraco no solo destaca por su aspecto monocromo y cola de color intenso —roja o vino, según el modelo— sino por una cabeza que, si hablara... bueno, ya lo hace.

¡Uf! A ver, pongámosle orden al asunto.

Aspecto: ¿Todos los grises son iguales?

Spoiler: No. Hay dos tipos principales de Yaco, que a veces se confunden más que los gemelos Olsen en los 90.

CaracterísticaCola RojaCola Vinotinto (Timneh)
Tamaño33-35 cm28-30 cm
PlumajeGris claroGris oscuro
ColaRojo Ferrari (bueno, casi)Marrón vino tinto
CarácterMás nervioso, algo drama queenChill y adaptable, rollo zen

¿Una tabla? Sí, porque hasta los caóticos necesitamos orden a veces.

Yaco-loro-africano


Hábitat: ¿Dónde vive cuando no está en Instagram?

Selvas tropicales, claro. De esas bien verdes, con humedad tipo sauna y bichos que no salen en los documentales de Netflix. Piensa en Ghana, Camerún, Congo... Zonas con frutales, sombra y olor a tierra mojada después de la lluvia. Un lujo.

¿Genial? Más bien... complicado. Porque cada vez tienen menos selva y más humo.

Un cerebro con alas (y pico)

El Yaco no solo repite lo que oye. Analiza, elige, recuerda. ¿Te suena Alex? No, no el del cole. El loro de la doctora Irene Pepperberg, ese que sabía contar, identificar colores, formas y pedir comida que le gustaba. No cualquier cosa. Como si fuera poco, también sentía celos y tristeza. ¿Una exageración? Pues no.

Esto me recuerda a cuando intenté enseñarle a mi primo a diferenciar entre "cúrcuma" y "azafrán". Spoiler: el loro lo haría mejor.

¿Qué come esta criatura?

En libertad:

  • Frutas tropicales (las de verdad, no el zumo de brick)
  • Semillas y nueces
  • Corteza de árboles (crujiente edición selva)
  • Insectos... sí, a veces.

En casa:

  • Pienso extruido (hecho pa’ ellos)
  • Frutas frescas (manzana, pera, papaya… sin locuras)
  • Verduras tipo pimiento, brócoli, zanahoria
  • Semillas, pero contadas. No te flipes.

🚫 Olvídate del aguacate, la cebolla, el chocolate y cualquier cosa que compres en una gasolinera.

Cuidados: porque no es un peluche

Jaula:

  • Grande: mínimo 1m x 1m x 1,5m.
  • Lugar: luz, ventilación, sin corrientes (¡ni cotillas!).

Juguetes:

  • Rótalos. Como cuando cambias la playlist porque te hartas.
  • Que pueda romper. Sí, literal.

Tiempo libre:

  • 2 a 4 horas fuera de la jaula. Todos los días.
  • Conversa con él. No le hables como a Siri, por favor.

Enfermedades que no querrás conocer (pero toca)

  • Psitacosis: sí, se contagia a humanos.
  • Plucking (arrancarse plumas): estrés nivel lunes por la mañana.
  • Hipovitaminosis A: por darle lo primero que pillas.
  • Problemas respiratorios: ventilación mala, problemas buenos... no.

Chequeo veterinario anual. A ser posible, con alguien que no confunda un Yaco con un canario.

Legalidad: no es un juguete

Y hablando de cosas de los 90... No, no puedes comprar un Yaco como quien pilla chuches. Está en el Apéndice I de la CITES. Traducción: prohibido capturarlo y venderlo sin permisos (y no, el primo del cuñado no es "una fuente legal").

En países como España o México, necesitas papeles. Certificado CITES, factura legal, y a veces, hasta microchip. Y si no lo tienes... crash legal.

Yaco


¿Tener uno? Bien, pero prepárate

Pros:

  • Inteligencia brutal.
  • Vínculo emocional heavy.
  • Viven mucho (ya llegamos a eso).

Contras:

  • Gritan. Tipo "vecino enfadado a las 7am".
  • Requieren tiempo. No es llegar y besar al loro.
  • Se estresan si los ignoras. Y eso... se nota.

¿Cuánto vive un Yaco?

Entre 50 y 70 años. Fácil. Algunos han llegado a los 80. O sea, que si te compras uno con 30, te va a enterrar. Literal.

Esto implica más compromiso que muchas relaciones humanas. Y sin terapia de pareja.

Consejos si de verdad vas a adoptar uno

  • Investiga. Como si fueras a montar un startup.
  • Compra legal. No alimentes mafias (ni te metas en líos).
  • Busca un veterinario de exóticos. El de los perros no vale.
  • Dales juego, rutina y compañía.
  • Y sobre todo… paciencia. Mucha.

Cierre, o casi

El Yaco no es solo un loro que repite "hola". Es una mente brillante en cuerpo de ave, un compañero exigente y sensible. ¿Fascinante? Sin duda. Pero también complejo.

Si te atrae este mundo, infórmate más. Pregunta. Lee. Habla con criadores responsables. Y si ya tienes uno, ¡cuenta tu experiencia abajo! O compártelo, que seguro conoces a alguien que aún cree que los loros solo dicen "piña colada".